Auxiliar de enfermería y metodólogo en pedagogía de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, el Hermano Jaime ha estado siempre atento al servicio del más necesitado, inspirado en nuestro Patrono San Juan de Dios y por el amor de su madre, hermanos y sobrinos. Siendo Secretario Provincial en el 2012, el Hermano Jaime Alberto Buitrago Gómez, fue convocado por el Hno. Donatus Forkan en ese entonces, Superior General de la Orden para ejercer un servicio en el Vaticano, específicamente en el Pontificio Consejo en el ámbito de Pastoral de la Salud.
El hermano Jaime recuerda el poco tiempo que tuvo antes de partir a Roma a cumplir con el llamado del Padre General, aprovechando al máximo los espacios con su familia y cerrando los temas que adelantaba en su gestión como Secretario. Fue así, como el hermano inició este hermoso viaje a la tierra del Sumo Pontífice.
Durante su estadía en el Vaticano se dedicaba a la traducción de textos del italiano al español, y adelantaba labores enfocadas a la comunicación entre el Vaticano desde el Pontificio Consejo hacia las diócesis y los representantes de la Pastoral en América Latina, tal se le encomendó. Paralelamente, apoyaba las labores en el Hospital de la Isla Tiberina, conocido como el primer Hospital de Roma. Allí ayudaba en las la-bores de voluntariado, elaboración de inventarios y lo que más le gustaba hacer: acompañar espiritual-mente a las familias que esperaban ansiosas en las salas de cirugía, brindado lo mejor de sí para llevar tranquilidad y esperanza en momentos de angustia.
Así mismo, tuvo la oportunidad de trabajar en la Farmacia del Hospital de tiempo completo, dedica-do a la distribución de medicamentos y material médico, durante aproximadamente 6 meses, antes de su regreso a Colombia.
Lo que más recuerda…
Dentro de los gratos recuerdos del Hermano Jaime, está el encuentro con el Papa Francisco, “cuando me presenté con el Papa, me preguntó sobre mi misión en el Vaticano, le conté sobre la Comunidad y mi labor, él me dijo que conocía la misión de la Orden y que había tenido la oportunidad de conocer Colombia hacía varios años atrás, yo pensaba que el Papa solo hablaba con personas reconocidas y fue un gesto muy bonito de su parte”.
Entre muchas otras experiencias que vivió el Hermano en Italia, jamás olvidará todo lo sucedido durante la dimisión de Benedicto XVI en el 2013, acto que sorprendió al mundo, al ser el primer Papa en renunciar al pontificado de la Iglesia Católica en casi 600 años.
El Hermano Jaime aun se sorprende, recordando la conmoción que se vivió en Roma por esos días “yo iba todos los días al Vaticano y veía a más de 30 cadenas de televisión mundiales en las calles, con unos montajes sorprendentes y cámaras sofistica-das para el cubrimiento de la noticia, no cabía un alma en La Plaza de San Pedro. Esto realmente me hacía creer que algo estaba cambiando en la Iglesia.
Lo que más extraña…
“El arte que enmarcaba cada uno de mis pasos en Roma. Allí tuve la oportunidad de conocer algunos mu-seos, es un arte majestuoso en todo lugar, no estaba acostumbrado a ver esto, incluso el mismo Hospital es una obra de arte, al igual que la mayoría de los edificios, embajadas, parques, las casas de gobierno, en general predomina esta cultura en toda la arquitectura”. Y no es para menos, Roma tiene más de 150 museos de todo tipo e Italia es reconocida como la Cuna del Renacimiento cuyo elemento principal es el arte.
El Hermano Jaime, también recuerda con mucho cariño sus amistades tanto en el Vaticano como en el Hospital, personas que fueron muy cercanas a él y que pese a que todos eran extranjeros, siempre sintió gran acogida y un ambiente muy ameno.
Lo más difícil durante su viaje…
“A pesar que se dice que Italia es un país muy latino, hay una diferencia cultural enorme, sobre todo en eventos tan trascendentales a los que yo estaba acostumbrado. El ciudadano italiano está feliz mientras tiene ciertas comodidades, pero en general, se les dificulta mucho ser felices con lo poco. En Colombia disfrutamos y celebramos ¡todo! Italia no es un pueblo alegre como nuestro país. Por ejemplo, en Italia la navidad no se celebra como en Colombia, el día pasa como uno más en el año, allí no hay novena ni pesebres en las casas solo en las Iglesias, en realidad no se percibe la alegría de la navidad”.
¿Qué lo motivo a regresar a Colombia?
“Nunca fui ajeno a los cambios de mi provincia, estuve siguiendo de cerca los cambios que se iban dando, Colombia es una provincia muy dinámica, que se mueve constantemente, he podido ver el desarrollo continuo y yo añoraba ser parte de este progreso. Todos los acontecimientos que en mi ausencia se die-ron, me motivaron a regresar e incorporarme a la familia”.
Adicionalmente, luego de 4 años por fuera, sentí que el ciclo había finalizado, y por supuesto mi familia, mi madre tiene problemas de salud y esto me impulsó a estar más cerca.
Nuevos retos…
El Hermano Jaime regresó a Colombia en el pasado 10 de agosto, recargado de energías viajó a Cali, para cumplir su misión como Superior en la com unidad de la Clínica San José de Cali, tras el viaje programado del Hermano Anyelo Riveros a Roma.