El valor de la Hospitalidad, que difícil escribir en unas pocas palabras todo su significado.

 

Hace una década, no sé si fruto de la casualidad, la fe, la experiencia, la formación o un poco de todas ellas, entré a formar parte de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y la inquietud por saber donde trabajaba me animó a conocer sus valores. 

 

Coordinar la Unidad de Voluntariado es todo un reto y un privilegio que ha ido formándome en lo que hoy soy. Mi relación con los pacientes y las familias me permite compartir conversaciones, abrazos, alegrías, tristezas y un sin fin de sentimientos que me han hecho crecer como persona y ayudado a enfrentarme a mis propios miedos y dudas. El acompañamiento a los voluntarios y la relación con mis compañeros me han fortalecido y enseñado  como afrontar situaciones difíciles y  vivir momentos de esperanza. 

 

Han sido años de subidas y bajadas, pero siempre con la idea de seguir recorriendo el “camino” que Juan de Dios inició. 

 

La Hospitalidad ya es parte de mi, ayudándome a vivir conmigo misma, enseñándome a entender a los otros y respetarlos desde ellos mismos, no solo teniendo en cuenta en cómo se relacionan conmigo. Me anima a mirar en mi interior y a vivir con mis defectos y virtudes, aprendiendo cada día. 

 

San Juan de Dios trabajó muy duro por los otros, pero también nos dio una gran enseñanza, como vivir la vida desde dentro, desde uno mismo.