A los Superiores Provinciales
A toda la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios
En sus sedes

Apreciados Hermanos y Colaboradores,

Me pongo en contacto con todos vosotros para informaros de la situación de nuestros Hermanos y de los Centros en Liberia y Sierra Leona que están viviendo este momento especialmente delicado a causa de la epidemia del ébola y que el sábado día 2 de agosto causó el fallecimiento de nuestro Hermano Patrick en Monrovia.

La situación continua siendo muy delicada en ambos países, donde los casos de contagio y fallecimientos siguen aumentando al igual que en Guínea Conakry, país vecino a ellos. No está controlada la epidemia, a pesar de que los gobiernos de dichos países y también la OMS están tomando medidas, al parecer por el momento insuficientes.

En lo que respecta a nuestro Centro de Monrovia, desde hace unos días está cerrado. Desgraciadamente el Hno. Miguel Pajares y dos Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, que colaboran con nuestros Hermanos en el Hospital, así como dos Colaboradores, han dado también positivo al test del ébola. En el día de hoy, 7 de agosto, las autoridades españolas han repatriado a Madrid el Hno. Miguel Pajares y la Hna. Juliana Bohí. El resto del grupo no ha sido posible. Allí han quedado el Hermano Georges Combey, cuatro Hermanas, dos con el ébola y algunos colaboradores. Nuestros esfuerzos ahora se centran en intentar que todo el grupo pueda permanecer en nuestro Centro, para ser atendidas adecuadamente, si bien la situación es delicada, las condiciones sanitarias y sociales muy precarias y la salud de algunos de ellos cada vez más débil.

En Sierra Leona nuestro Centro está operando a un nivel muy bajo, debido a que dada la situación los enfermos tampoco van a los hospitales. Por el momento los Hermanos se encuentran bien, aunque a lo largo de los ultimos dos meses algunos colaboradores han perdido la vida a causa del ébola. Evidentemente no se puede bajar la guardia en ningun momento, porque a nivel del país el tema no está controlado sino todo lo contrario.

Esta situación nos pone también la dificultad de mantener las dos estructuras sanitarias, debido que al estar cerrado uno y el otro con poca actividad, necesitarán ayudas económicas extraordinarias para su mantenimiento, al menos hasta que se reestablezca la normalidad. Por eso aprovecho la ocasión para solicitar de toda la Orden y de las Instituciones cercanas a nosotros la colaboración, la solidaridad y la generosidad en estos dificiles momentos.

De nuevo pido a toda la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios en todo el mundo que nos unamos en la oración para pedir al Señor, a través de Nuestra Sra del Patrocinio y de San Juan de Dios, por estos pueblos que tanto están sufriendo y particularmente por nuestros Hermanos y por toda la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios de Liberia y Sierra Leona, así como de toda áfrica.

Unidos en el Señor de la Vida y en San Juan de Dios recibid mi saludo fraterno

Hno. Jesus Etayo
Superior General